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lunes, 8 de febrero de 2016

UN CURSO DE AMOR¡¡

Un curso de amor, Introducción
«Este curso fue escrito para la mente, pero solo para que esta pueda dirigir una llamada al corazón.
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» Lo que la mente aprende solo consigue reorganizar la realidad. La mente se agarra entonces a esa nueva realidad como si fuera un nuevo conjunto de reglas sin posible cambio.
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» La mente hablará de amor y, no obstante, mantendrá su corazón prisionero de sus nuevas reglas, sus nuevas leyes, y todavía dirá: “esto es lo correcto”, y “esto es lo incorrecto”.
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» “Estoy equivocada al sentirme de la manera en que me siento”, se dirá a sí misma la persona tierna de corazón, convencida de que otro sí sabe lo que ella no sabe, poniendo así tu ternura a resguardo.
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» Crees que para poder compartir debes ser capaz de hablar el mismo lenguaje, y así, regresas al lenguaje de la mente, con su precisión. La mente odia tanto estar confundida, abierta, permanecer abierta, y no saber...
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» La mente regresa siempre adonde se sienta a salvo y segura de sí misma, y, por tanto, termina yendo a ninguna parte, sin ver transformación o creación alguna, sin ver el nuevo horizonte que podría desafiar su realidad.
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» La mente no puede mantener abiertas las puertas del corazón, y no obstante vamos hacia adentro, hacia la mente, y le mostramos dónde reside su apertura, su dulzura… dónde se encuentra el conocimiento del amor.
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» Las leyes del amor no son así; no son reglas, hechos ni respuestas correctas. Las leyes del amor brindan libertad espiritual, la libertad que reside más allá de la creencia, del pensamiento, más allá de la adhesión a ninguna autoridad que no sea la del propio corazón.
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» El corazón se necesita para guiar a la mente de una manera tal que ya no desee ser guiada, de una manera que es la de la unión, que no permita la actitud de la mente separada, sus reglas, o sus respuestas correctas. El corazón se necesita porque es quien tú eres y donde tú estás, y responde en amor a aquello que es uno con él mismo. Somos un solo corazón.
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» Somos una sola mente. El camino a la unicidad y a la unión, hacia una vida en la forma que acepte unicidad y unión, hacia una humanidad recobrada en su plenitud, pasa por el corazón de la mente.
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» La mente puede decir, “sí, sí, ya sé; dime algo que no sepa”. La mente puede vacilar ante las contradicciones, aferrarse a verdades conocidas, comparar esta sabiduría con otra. La mente intentará entender con su propia lógica y luchará contra la lógica del corazón. La mente buscará nuevas reglas y quizá esté dispuesta a reorganizar su realidad una vez más.
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» La mente es su propia realidad. No puedes escapar de la realidad de la mente con la mente.
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» No hay un “todo el mundo”, un “cada uno” a quien yo le estaría hablando al darle estas palabras. Estas palabras no se le están mostrando a una mente aislada, solitaria, a una mente separada. Estas palabras se murmuran de corazón a corazón, desde Un Solo Corazón a Un Solo Corazón.
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» “Cada uno” es solo un concepto. Estas palabras son dadas a Cada Único. Son escuchadas solo por cada “único”, con lo cual quiero decir en la santidad del Único Corazón.
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» Unidos en plenitud de corazón, en incondicionalidad, somos el cielo del mundo. Reemplazamos la amargura con la dulzura. Moramos en la realidad de Un Solo Corazón, la cuna de la creación, la cuna de lo nuevo.
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» Lo nuevo no es aquello que siempre ha existido. No es lo que puede predecirse. No es lo que puede ser formado y mantenerse inmaculado. Lo nuevo es el despliegue amoroso de la creación. Lo nuevo es la expresión del amor. Es la verdadera sustitución de lo falso, la desaparición de la ilusión, el gozo nacido en medio de la tristeza. Lo nuevo está aún por ser creado, de Un Solo Corazón hacia Un Solo Corazón.
» Este es un curso para el corazón, la cuna de lo nuevo».



CONTINUACION DE UN CURSO DE MILAGROS¡¡

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