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El silencio: el secreto de los seres iluminados

Utiliza el secreto que los seres iluminados han utilizado por miles de años para alcanzar la felicidad y la paz interior. Ese secreto milenario es el silencio. 

De regreso a la fu3nt3. Gracias Rafael¡

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El silencio limpia el alma y educe el sentido de la verdad. Nada puede lograr tanta

tranquilidad espiritual como el permanecer callado y rodeado de silencio.

"Si se os pregunta: ¿Qué es el silencio?”, responded: "La primera piedra del templo
de la sabiduría". Esta sentencia pitagórica explica porque el Maestro de Samos obligaba al iniciado a permanecer largos meses sin hablar hasta que hubiera adquirirlo el sentido de la verdad, y nos explica también porque a los discípulos del "primer grado" los llamaba "acusticoi", es decir, oyentes.

Una inscripción de un templo indostánico, se halla encabezada por tres figuras de

monos, uno de los cuales se tapa los oídos, otro los ojos y otro la boca, leyéndose en ella: "No oigas, no veas, no digas el mal". Es la síntesis de la sabia enseñanza oculta de no cultivar malos pensamientos ni propagarlos. Es el inestimable consejo de acostumbrarse a "ver el lado bueno de todas las cosas".

La práctica de este consejo, juntamente con la práctica del "silencio", es la mejor
manera de evitar esa auténtica "intoxicación" de nuestra mente producida por complejos, errores y prejuicios. Podráseme argüir que el hecho de ver "la parte buena" de todas las cosas, teniendo éstas también su parte mala, no es una posición "realista" y puede conducir a error de apreciación. Pero no se trata de cerrar las facultades de nuestra mente a la apreciación del "lado malo" ' de las cosas, sino de ponerse "más allá del bien y del mal" viendo en todo hecho del mundo, la realización (nos agrade o no) de los designios superiores, muchas veces incomprensibles para nuestra razón, pero cuya aceptación como buenos en su finalidad, es la actitud subjetiva que trata de buscarse con este consejo. Y esta actitud de captación del bien trascendente, por encima de nuestro sentir personal, es lo que nos obliga, en el sendero iniciático, a no considerar y propagar el lado inmediatamente malo, deprimente o destructivo por medio de pensamientos negativos. Tratase, en una
palabra, de no cultivar actitudes pesimistas que conducen a la inacción, sino de alentar el espíritu de colaboración con el orden universal.

Los complejos mentales son mecanismos psicológicos de reacción defensiva
sistematizada. Se despiertan al roce cotidiano de las circunstancias adversas de la vida y ante el esfuerzo de engranar nuestros deseos y pensamientos como los defectos (reales o supuestos) de las personas que nos rodean. Por ejemplo: un complejo de inferioridad puede nacer como consecuencia de la convivencia con persona vanidosa u orgullosa. Los complejos pueden ser base de una psicosis, y su mejor medicina se halla en el aislamiento y en el silencio.

Los errores son la inadecuación de nuestros pensamientos con el objeto del
conocimiento. El silencio y el aislamiento, que ponen la "mente en blanco", predisponen a una serena e imparcial meditación que nos saque de error.

Los prejuicios son "juicios previos"; es decir, elaborados o impuestos sin experiencia
propia y sin razonamiento personal que ratifique esta experiencia y el juicio mismo. Son juicios de rutina y sin convicción propia. Corno en el caso del error (puesto que el prejuicio es un error, subjetivamente considerado), solamente la imparcial meditación de las cosas, después de haber limpiado la mente con el silencio y la soledad, puede trasmutar los prejuicios en auténticos "juicios" o desecharlos como errores. Vivir a base de prejuicios es tanto como aniquilar nuestro verdadero "yo" es vivir con una mentalidad prestada.

Nuestros pensamientos (certeros o equivocados) van casi siempre alentados por la fuerza de nuestros deseos o nuestros sentimientos; y esta fuerza puede emplearse sistemáticamente en trasmutar lo erróneo en verdadero o lo inadecuado en conveniente. Para esto, remito al estudiante a la Lección 43, ejercicio No 6, Pág. 731, de mi "Curso de Medicina Natural en 50 lecciones", donde se describe el ejercicio de "Substitución mental".

El contacto con la Naturaleza, lejos del artificialismo convencional de las grandes

urbes, con la consiguiente mejor apreciación del orden universal, predispone a nuestra mente para la concepción de pensamientos positivos y constructivos; es decir, de todas aquellas formas mentales que nos inducen a obrar de acuerdo con este orden, según el grado con que hayamos sido capaces de captarle, y de acuerdo también con el respeto que este orden nos merezca, a fuerza de sinceros espiritualistas.

Dentro de los inestimables beneficios que también nos procura la vida civilizada,

cuando se sabe apreciar su "lado bueno", se halla la buena influencia de ciertos "ambientes" para el cultivo de elevados y rectos pensamientos, como son los de las bibliotecas, museos,templos, reuniones amistosas, conciertos, sociedades idealistas, etc., que también, en sugrado, nos limpian la mente del positivismo y del materialismo grosero inherente al hecho simple de vivir.





NAMASTE¡


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