EL PROCESO INICIATICO DE LAS ALMAS
En este espacio se ofrecen conocimientos sobre “El Camino de las almas”, en forma de escritos canalizados inspirada y/o telepáticamente. Juzgue cada lector, intuitivamente, la categoría y cualidad de las Enseñanzas.
jueves, 16 de abril de 2015
Reflexiones sobre “El Viaje de la Conciencia”
El “camino del alma” es “el viaje de la conciencia”. Al inicio y durante buena parte del trayecto del viaje, el alma viaja por el irresistible impulso de las Leyes de la Naturaleza material y espiritual. Su viaje es sin autoconsciencia, es decir, sin ser consciente de su propio ‘ser’ y de su propio ‘viaje’. El mineral, la planta o el animal no saben nada de ser almas en un largo viaje de conciencia, sin embargo en tal viaje están embarcados, aunque no lo sepan a consciencia. El alma mineral, el alma vegetal y el alma animal nada saben del viaje, no necesitan saberlo, ni tienen las capacidades autoconscientes para saberlo.
El ser humano, que ya ha viajado lo suficiente para reconocerse como ser consciente de ‘sí mismo’, llega, por vez primera, a la autoconsciencia del alma, y puede reconocer que es un “peregrino” por los senderos de la Vida. Pero la mayoría de los humanos viven en sus deseos, placeres y sentidos materiales, sin cuestionarse estas cosas…, sin ser todavía verdaderamente autoconscientes (a nivel álmico); viviendo en busca del placer y escapando al dolor. Las almas que han madurado lo suficiente, viajando entre los extremos del placer y el dolor, durante muchas vidas, llegan a cuestionarse “el por qué y para qué de todo”, comienzan a ir en busca de ‘las causas’, de ‘La Raíz’. Ya no se conforman ni se sienten completas con una vida entregada a los deseos y placeres y al consecuente rechazo del dolor, sin comprenderlo… Estas son las almas que, iniciando un viaje hacia la Raíz de la vida, comienzan un Sendero Iniciático; algunos se transforman en religiosos, otros en pensadores o filósofos, otros en anacoretas, artistas, o en viajantes y amantes de la Naturaleza…; y mientras algunos de estos grupos de almas se contentan con respuestas halladas en doctrinas, un grupo menor profundiza aún más sus interrogantes, intentando siempre ir más allá… Entre los miles de millones de almas que componen la Humanidad (encarnada y desencarnada), solo este último grupo menor, el de los que no aceptan lo establecido, las respuestas fijas y la autoridad externa, solo este grupo menor, está bien encausado en “El Viaje autoconsciente del alma”. Este es un viaje hacia las causas, hacia La Verdad, y todas las almas, tarde o temprano, terminarán transitándolo.
Transitar este Sendero es ir hacia adentro, es decir, hacia la raíz de nuestros pensamientos y sentimientos; no es un viaje de placer, para que el ego ‘se sienta a gusto’…, sino un viaje hacia la Verdad, con lo cual el ego no se sentirá muchas veces a gusto…, pero es el verdadero viaje de la conciencia, no hay otro. En este ‘viaje’ no salimos del lugar físico-temporal de donde estamos, sin embargo podemos viajar muy lejos…, pero este ‘lejos’ no es espacial, no es algún sitio en el espacio, sino ‘regiones de energía’ dentro de la Conciencia, dentro del reino de las almas.
El viaje es de la Conciencia, no del cuerpo, es un viaje “en blanco y negro”, no un viaje ‘a todo color’, que pueda gustar al ego y a sus sentidos materiales…; es un viaje “en blanco y negro” porque es un viaje de significados, y la meta es la Total Comprensión. Tal Comprensión no es el entendimiento de alguna teoría filosófica o metafísica existente, porque las teorías pueden transmitirse en palabras, pero la verdadera Comprensión solo llega a través de la propia experiencia, de la vivencia directa de la Verdad. Por eso, el gran Viaje de la Conciencia no es un viaje de placer, sino de entrega y sacrificio, pero sin embargo, en ese viaje existe la Felicidad de estar haciendo lo correcto, lo justo, lo que La Conciencia Interna señala…
¿A quienes les podrá interesar hacer un viaje “en blanco y negro” hacia la Verdad, habiendo tantos ‘colores’ en la vida astral y material…? Todo el mundo parece estar detrás de ‘los colores’…
Solo a las almas que han vivido… lo suficiente en los mundos coloridos de los sentidos, y habiendo conocido la dualidad y la separatividad, han sentido ahora un impulso por ir más allá de los espejismos coloridos de la materia hipnotizante…
Estas son las almas viajeras de la Conciencia…
Estas son almas de paz, y viajan en las alas de la Paloma…
Estas son almas de luz, y por la Senda Solar se deslizan…
Estas son almas que buscan volver al amor, y el Amor las ha encontrado primero…
El camino de las almas es el Sendero Circular de la Conciencia. Para entender esto es necesario estudiar y conocer el ciclo circular de la involución y la evolución. En Teosofía y en otras escuelas serias de esoterismo, como la Fraternidad Rosacruz y ciertos movimientos Gnósticos, se estudia el mecanismo de la Vida a través de los ciclos de Manifestación y Reposo, y de Involución y Evolución, con lo cual surge LA CONCIENCIA, siempre en perpetua regeneración. Como ya hemos dicho, no es este el sitio para abordar en detalle los conocimientos esotéricos, pero sí para esbozar ideas aportando algunos conceptos claros y claves, que inclusive a los estudiosos puedan servir.
En cuanto al ciclo circular de la conciencia, si imagináis un círculo, la primera mitad de la circunferencia, en descenso, sería el ‘ciclo involutivo’ del Espíritu (no porque la Vida involucione, en el sentido de retroceder, sino porque el Espíritu ‘desciende’ a la materia). Durante este ‘descenso’ el Espíritu se va densificando cada vez más hasta llegar hasta el área más densa y sólida posible del descenso. El descenso completo cubre la mitad del círculo; la otra mitad del círculo corresponde al proceso ascendente o evolutivo, donde el Espíritu, que había tomado expresión en innumerable cantidad de formas vivientes materiales, comienza a sutilizarse cada vez más, viajando esta vez en ‘ascenso’, desde la diversidad de las formas, hacia la Unidad de su propia naturaleza espiritual.
Esta explicación, simple y sintética, permite obtener una idea de lo que debiera ser un estudio más detallado, pero basta con el concepto básico para apoyar la idea que hemos de expresar ahora.
Durante el ciclo involutivo (o ciclo descendente y de densificación de la Vida Divina), la Divinidad Indivisible expresa multiplicidad, emanando primeramente “chispas divinas” en innumerable cantidad. Esas ‘chispas espirituales’ o ‘mónadas’ (Espíritus Virginales) viajan hacia la densificación de la Materia impulsadas por el Propósito Divino, (que emana del Logos). Tal Propósito las mueve a ‘experimentar’. Esto determina que esas “Chispas espirituales” recorran, durante su viaje circular, experiencias muy variadas a través de formas de vida mineral, vegetal y animal, hasta llegar al reino humano (el 4° reino).
El ‘receptáculo’ donde se irá vertiendo el resultado de las experiencias de los distintos reinos y mundos, en forma de ‘cualidades obtenidas’, es lo que llamamos “ALMA”. Es importante que el estudiante asimile este concepto.
En los reinos infrahumanos el receptáculo de la conciencia va acopiando experiencias grupales de entidades vivientes. Es decir que en el receptáculo álmico, conectado a una Mónada o Chispa, se irá volcando, primero, el resultado de las experiencias de grandes masas de minerales, luego de especies numerosas de vegetales, y posteriormente de grupos de especies animales. (Por supuesto, esto lleva miles de millones de años).
Lo que estamos explicando es que la Chispa Espiritual comienza su viaje ‘recogiendo cualidades’ en el receptáculo álmico en forma general y grupal, viajando “de especie en especie” (no ‘de individuo en individuo’, porque la individualidad aun no ha venido a la existencia).
En los reinos infrahumanos (mineral, vegetal y animal) aún la UNIDAD no se ha velado totalmente, por eso las experiencias aún son grupales; pero cuando el arco descendente llega a su mayor densificación, en la forma humana, la UNIDAD de la Vida Divina termina por velarse completamente, surgiendo así, paralelamente, la INDIVIDUALIDAD. A partir de allí cada Chispa espiritual que ha surcado su viaje por los reinos de vida menores, estará unida a una sola entidad viviente: “un ser humano”.
En el ser humano nace la autoconsciencia individual, es decir, nace el yo consciente, pero se vela la Unidad, se vela el Espíritu, el cual deberá ser recuperado conscientemente a través del recorrido por el arco ascendente o evolutivo.
El ser humano representa el punto medio entre le arco involutivo y el arco evolutivo en el Gran Círculo de Manifestación de la Vida. En el punto más elevado, (el Origen, la Fuente), la Unidad de la Vida es completa, total; mientras que en el punto más bajo existe la mayor densidad material, donde la Unidad se ha perdido, por la bruma material.
En el pasado existieron razas humanas que aún estaban viajando por el arco descendente. La raza Lemur (la tercera, aunque podría considerarse la 1°, o bien la raza embrionaria de futuros verdaderos hombres), aún viajaba por la Cadena Terrestre en descenso; es decir que esta era una raza que aún no había alcanzado su mayor densitud material. El hombre Lemur era aún una entidad en formación, y no había perdido totalmente su contacto con la Vida Divina de unidad (por eso se dice que poseía un solo ojo de visión espiritual, antes que nacieran los 2 ojos físicos). El hombre de esta raza era vidente por naturaleza (no ‘clarividente’, porque no era consciente de lo que veía), pero no poseía mente, intelecto, lo cual recibió, incipientemente, al final de su Época.
Algunos estudiosos consideran que el hombre aparece realmente recién en la 4° Raza, la Atlante. En esta raza, el hombre, aunque aún primitivo, ya estaba completo (en cuanto a sus cuerpos inferiores). Poseía un cuerpo físico, un cuerpo de deseos, y mente intelectual (aunque en los inicios de su desarrollo). En la 4° Raza el hombre alcanzó su mayor densitud material, y con ello, su mayor egocentrismo; perdió así el paraíso de la Unidad del Espíritu, (aunque quedaron, en parte esta raza, vestigios de capacidad de videncia, como remanentes de la anterior raza, Lemur).
A partir de este punto medio, en la 4° Raza, la de mayor densitud material, todo le quedaría al ser humano para ir escalando por el arco ascendente o evolutivo, conquistando conciencia, para llegar así, a través de la elevación vibracional, hacia la Fuente, hasta recuperar la Unidad perdida (“el Tesoro perdido”). La diferencia con el hombre Lemur, el cual tenía contacto con la Vida Una, estaría dado en que la Unidad esta vez se recuperaría en forma “consciente”, es decir que la Evolución por el arco ascendente es UN VIAJE AUTOCONSCIENTE HACIA LA UNIDAD.
La Raza Aria, la 5°, es ya un primer paso claro hacia adelante en la escalada evolutiva, y con ello el sendero significa ir superando la separatividad y el egocentrismo, poco a poco, a consciencia, hasta alcanzar ‘aquel pico montañoso’ desde donde la Vida Divina se había precipitado en descenso.
Escalar hacia la Unidad en forma consciente, llevando de regreso todas las cualidades adquiridas en el viaje circular por los mundos de las formas, es el Secreto de la Vida.
El Logos emitiendo está “Su Nota”, como ‘llamado’ a las almas, para el Retorno al Hogar… Un grupo de almas “escucha”…, otros grupos de almas aún duermen en el hipnotizante mundo de los deseos y los sentidos…, sin escuchar “La Voz que Llama”.
Meditar en estos temas podrá abrir puertas de comprensión a quienes profundicen en su viaje reflexivo.
“El camino del alma es el sendero circular de la Conciencia”, fue la afirmación primera en esta transmisión. Quédese el estudiante con ese concepto y ahonde allí…
Con esto cerramos una serie más de escritos inspiradores sobre “el alma”.
Ha sido un honor compartir enseñanzas con las almas, que en el Viaje Circular de la Conciencia se encuentran, regresando al Corazón de la Vida Celestial Universal.
Que la Paz os cubra, y el Amor os nutra
Amados Estudiantes:
El Sol vierte Enseñanzas esotéricas de características básicas con el fin de avivar el interés por la investigación y el estudio, de manera que, a través del conocimiento histórico y esquemático de la evolución y de la constitución de la Vida y de las Leyes que La rigen, puedan las almas salir de las ilusiones y avanzar en entendimiento, hasta alcanzar La Comprensión.
No es el objetivo de estas transmisiones especializar los temas y detallar explicaciones; no es esa nuestra intención, sino dar enseñanzas a manera de breves reseñas claras y precisas, que puedan impactar en la mente y el corazón de los aspirantes que buscan la Verdad, de manera que luego sean conducidos, por el mismo impulso interno de sano interés y entusiasmo, hacia un estudio más detallado y concienzudo.
Estas Enseñanzas, a manera de reseñas temáticas sobre teosofía, gnosis y esoterismo, son ‘recordatorios’, a través de conceptos claves, de la importancia fundamental que el Conocimiento tiene para el avance de la Conciencia.
El alma del hombre no puede iluminarse con inercia e inmovilidad, es decir, conformándose con fe ciega en creencias fijas, y sin reflexión. Los dogmas de fe, que pueden servir en una etapa en la cual el alma está saliendo de una vida meramente sensorial y materialista, deben ser más tarde trascendidos también, para dar lugar a una etapa de “sana disconformidad” ante lo establecido externamente como ‘la verdad’.
Todas las Revelaciones en las que se han basado las religiones, y que se han cristalizado en forma de credos y dogmas, deben ser puestas bajo la lupa del examen y la inteligencia, sin miedos a cuestionar ‘lo establecido’ por cualquier supuesta ‘autoridad’ en la materia.
Las almas que por fe y devoción acatan ‘la autoridad’ de los establecido como dogma, están en una etapa del Sendero a la cual podríase llamar “etapa infantil”. Estas almas necesitan de ‘la voz paterna’ para que les diga lo que es la verdad y cuál es el camino…, así como el infante confía ciegamente en el cuidado de sus padres… Pero cuando el alma crece y madura algo más, lo cual significa haber andado un trecho más en el Sendero, ya no se conforma con lo que ‘la autoridad’ afirma, puesto que comienza a ser impulsada a una sana rebeldía, necesitando ‘ver por sí misma’ cuál es la verdad, cuál es el camino… Esta es la “etapa álmica adolescente”, y la caracteriza la sana inquietud por experimentar y descubrir por sí misma.
Recuérdese que nada tiene que ver la edad de la persona humana con la edad del alma, ya que mientras la edad personal se rige en años temporales, la edad del alma se rige según el grado madurativo de la Conciencia. Existen almas maduras y hasta sabias en cuerpo de niños, así como almas infantiles en cuerpos ancianos. Entender esto correctamente es importante, y es la razón por la cual a veces algunos niños con alma madura, suelen dar lecciones de conciencia ética a sus padres que, aunque mayores en edad física, demuestran ser menores en razón álmica.
Todos estos temas encienden un cuestionamiento en las mentes que comienzan a vivir la ‘adolescencia álmica’, y de allí en adelante. La adolescencia del alma corresponde al ‘aspirante probacionista’ y a la primera etapa del discipulado, y a medida que el alma va madurando, a través de los procesos iniciáticos de comprensión, el discipulado se torna ‘consciente’, entrando así el hombre en la conciencia álmica autoconsciente, de la cual una vez que entró, ya jamás puede salir. Es decir que una vez que el ser humano descubre y comprende que es un ‘alma-espíritu’ en evolución, y que la muerte no existe, sino que todo es cambio y resurrección constante, entonces la conciencia ya no puede retroceder desde esa comprensión, sino que, a partir de ese ‘escalón’, seguirá avanzando, subiendo más y más por la montaña iniciática de la Vida Eterna.
La etapa de la autoconsciencia álmica es análoga a la sana inconformidad, porque la comprensión lleva al estudiante por el sendero de continuas muertes y renacimientos de la conciencia. A partir de entonces es entendido que ‘el florecer’ es la tónica del alma, y que este proceso es constante. Es por este motivo que el alma ha sido comparada a una flor de loto, la cual, siendo primero un capullo cerrado, irá luego abriendo sus pétalos uno a uno al sol de la vida espiritual. La flor totalmente abierta, revelando el botón de luz en su interior, ‘el Ser’, en su centro, es el alma totalmente madura y con autoconsciencia espiritual. Pero esto… es un logro del cual la Humanidad, como conjunto álmico, está aún a considerable distancia evolutiva, siendo pocos los Egos adelantados que lo han logrado. Estos son los llamados Adeptos, los Mentores y Guías de la Raza.
Reflexionen los estudiantes en los significados vertidos.
En Luz nos despedimos, orientando hacia ese Loto Interno que sois cada uno de vosotros.
El Sol remonta recuerdos del antepasado de la Humanidad, cuando el hombre fue hombre por primera vez, en el acto en el cual recibió “la chispa mental”: el hálito de fuego de la mente. Ocurrió a fines de la Era Lemuriana, hace 18 millones de años. Los Hijos del Fuego (o ‘Señores de la Mente’), Seres dotados del fuego de la Mente Cósmica, descendieron a las ya construidas formas materiales humanas (dotadas de cuerpo físico y materia astral), en una época en la cual el hombre tenía de ‘hombre’ tan solo su forma física pero adolecía de mente. Los ‘Ángeles de la Mente’ descendieron a dar ese principio interno intermedio llamado “mente”, que en el ser humano constituyó “el alma humana”(1).
El humano de la 3° Raza era muy primitivo; tenía una forma física similar al pitecántropo que vuestra ciencia conoce (aunque de mayores dimensiones), pero los lemures eran todavía prácticamente animales, no hombres. Al recibir el fuego de la mente, “ese principio intermedio esencial” se unió la forma material (física y astral) con la contraparte superior, la Espiritual (Atma-Buddhi), y por primera vez el ser humano demostró trinidad (Atma-buddhi-manas), completándose así en su constitución los 7 principios que conforman al hombre completo, aunque todavía habría mucho que ‘construir’ con dichos principios.
En el hombre Lemur, el hombre primitivo, aparece la mente pensante, operante a través de un cerebro, y aunque fue muy incipiente el despertar de las operaciones del pensamiento, determinó “un antes y un después” de aquel importante acontecimiento.
Comenzó así un largo sendero kármico de aprendizaje de los Egos reencarnantes, pasando de una a otra vida humana mortal, aprendiendo lecciones, la mayoría a través del error y el dolor, creciendo cada vez más en el desarrollo de la mente.
En la siguiente Raza, la Atlante, que apareció hace alrededor de 8 millones de años, el ser humano fue desarrollando, durante millones de años, la mente que había sido insuflada en la constitución lemuriana por los Ángeles del Fuego Mental. El hombre atlante pudo dominar lamente concreta, gracias a un mejoramiento del equipo biológico (especialmente del sistema cerebro-espinal), y la mayor posibilidad de desarrollo era la mente analítica. Llegar a poseer una mente analítica era, para el hombre atlante, el estado correspondiente, en aquella época, a la ‘Iluminación del alma’.
Cuando aparece la Raza Aria, hace menos de 1 millón de años(2), el ser humano tiene delante de sí otro objetivo, el desarrollo de la mente abstracta, y para los más adelantados el despertar de la ‘mente intuitiva’ (Buddhi).
Tales condiciones de Despertar se fueron produciendo en grupos de almas con el avance y preparación adecuados (especialmente en los últimos 40.000 años) y dieron por resultado el surgimiento, como nunca antes, de la ciencia, la filosofía, y el arte. La mente concreta fue superada por el desarrollo de la mente abstracta, y ciertos grupos de almas comenzaron a desarrollar el aspecto puro de la ‘mente divina’ (Buddhi) emparentada con la conciencia natural de la Unidad. Todo esto fue seguido por la elevada ciencia espiritual de los Ángeles del Fuego Cósmico, Quienes en sus laboratorios espaciales jamás han cesado de investigar posibilidades de ayuda a la evolución, para llevar ‘el Impulso evolutivo’ irrefrenable hacia los padrones arquetípicos solares.
Hoy las almas se encuentran en procesos iniciáticos que podrán ser comprendidos de acuerdo al entendimiento de la historia del alma humana. Es por este motivo que reseñas cortas, pero claras y precisas, sobre historia de la humanidad, son ofrecidas a los estudiantes. Saber de dónde proviene el hombre, conocer su pasado, su creación y origen, y conocer su propósito en la evolución, puede permitir al estudiante conocer el justo lugar presente. Esto es necesario para que la mente se despeje de ilusiones y espejismos sobre lo que se puede esperar hoy, ya que todo en la evolución tiene sus tiempos. “Querer que las margaritas florezcan en invierno”, por mucho que se espere…, no ocurrirá, porque hay un tiempo adecuado, cíclico-estacional, para el florecimiento. Conocer esto, a nivel de las razas humanas, es necesario para los estudiantes, e implica una decisión: investigar y estudiar en profundidad.
Nuestro aporte en esta oportunidad ha sido señalar la necesidad de revisión de las creencias y del estudio abierto, para llegar a entender, con luces claras en la conciencia, la posición actual del Hombre en la evolución. De esta manera, muchas ilusiones y fantasías que existen en la mente humana serán consumidas por el fuego del Conocimiento.
Cuando la Energía de la Vida se traslada del plexo solar al corazón y a la cabeza, y el ser humano comienza a comprender, signo es de un camino que surca la 3° Iniciación (o 1° gran iniciación, desde el punto de vista de la Jerarquía).
El Plan es el despertar de las almas.
Que cada alma siga su camino según su más íntima necesidad.
Luz en las mentes y Paz en los corazones.
PACEM IN CORDIUM
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1- Alma humana: El alma humana es como ‘una burbuja’ de energía mental sutil, individualizada. El alma individual aparece recién al final de la 3° Raza, al recibir el hombre-animal Lemur, la mente.
2- Raza Aria: Se cuenta que el Manú Vaivasvata eligió a un grupo de Egos (almas humanas) hace 1 millón de años para formar esta Raza, pero fue hace 100.000 años cuando una tribu de la 5° subraza atlante, los semitas, fueron aislados en las montañas para que aquellos Egos elegidos encarnen, dando inicio así a la 5° Raza, Aria.
miércoles, 8 de abril de 2015
7- EL CAMINO DEL ALMA. Parte VI: “Superación de trabas”
Se remueven energías astrales en todo el campo magnético planetario. Existe un fluir toroidal de Energías Solares alrededor de la Tierra, pero también existe, simultáneamente y en grado superior a otros tiempos, energías astrales removiéndose y retorciéndose, agitadas por la luz creciente, e intentando apagar por todos los medios posibles, a los ‘focos de luz’ existentes y en formación.
Los “focos de luz” son almas y grupos de almas que conforman ‘frentes’ para la expresión de la Luz en algún orden de manifestación. Las formas de expresión de la Luz Solar o Crística pueden ser variadas, pero la vibración básica es una y la misma. Se trata de Energía de elevada tónica vibracional: “LUZ-PAZ-AMOR”, circulando alrededor del Planeta y siendo asimilada y reimpulsada por todas las almas en proceso iniciático.
Según sea el grado de desarrollo en conciencia de las almas (su grado de Iniciación) será la capacidad para absorber, integrar y reimpulsar la Luz Crística Planetaria, favoreciendo un proceso global de Iluminación.
Las fuerzas astrales densas que en el planeta Tierra conforman el “Egregor Planetario de la Sombra” se están resistiendo a semejante embestida de la Luz, y esa resistencia toma muchas veces forma de lucha y ataque contra almas que portan y reflejan Luz. Esto debe ser conocido y advertido por todos los aspirantes y discípulos del mundo, para que estén en un estado de constante alerta.
La función de las fuerzas contrarias a la Luz (fuerzas oscuras o anticrísticas) es ‘apagar la Luz’. Esta es la razón por la cual a muchos santos cristianos conocidos se los veía lidiar con situaciones de “luchas contra el Demonio”. El Demonio no es más que un símbolo para designar a aquellas fuerzas astrales densas que se resisten siempre a las elevadas vibraciones lumínicas y a la liberación de las almas, ya que solo pueden tener poder y dominar donde hay ceguera e ignorancia. Por eso, una de las formas que ha tomado la expresión de la Luz es el Conocimiento trascendental, es decir, de la Vida, del Ser, en todos sus aspectos, y las fuerzas siniestras se han opuesto sistemáticamente a la promulgación y difusión de la Luz del Conocimiento. Todo aquello que puede iluminar la conciencia humana, ayudando a la Comprensión y a la liberación de la esclavitud de la ignorancia, ha sido una estaca clavada en el corazón de las fuerzas oscuras; y una de las formas en la que estas fuerzas siniestras se han opuesto a la Luz ha sido cortando los senderos de los divulgadores de la Luz, y también desvirtuando las verdaderas Enseñanzas esenciales, para así confundir a los sinceros estudiantes.
La lucha entre las dos fuerzas: ‘la luz y la oscuridad’, ha sido una constante en la Raza humana atlante y en lo que va de la actual Raza aria. La Edad de Hierro, oscura como el pesado metal, se ha manifestado claramente a través de miles de años, pero una Antorcha de Dorada Luz siempre ha sido mantenida en alto por sacrificadas almas que dieron muchas veces sus vidas por el Bien y la Verdad.
La expresión de la Luz en este tiempo se ha acrecentado gracias a un gran esfuerzo de muchos estudiantes (almas) que han trabajado sin descanso para difundir el Conocimiento Esencial, de la Vida y el Ser. Pero cierto y verdadero es que existe un redoblado esfuerzo también de las fuerzas oscuras que componen el Egregor Planetario para atacar a los portadores de la Luz, como un desesperado y último recurso para no desaparecer.
En realidad, la oscuridad no tiene existencia real, siendo tan solo una expresión material de la falta de luz. La luz no necesita ‘vencer’ a la oscuridad, porque ‘la luz no tiene opuesto’. Simplemente, donde hay luz, no existe la oscuridad. Esto es comprobable concretamente en el nivel físico. Cuando hay una habitación a oscuras y se abren las ventanas y entra la luz solar, la oscuridad simplemente ya no existe; la luz no tuvo que luchar para iluminar la habitación, sin ninguna resistencia ni esfuerzo la luz entra y todo es claridad… La luz no tiene opuesto, porque donde hay luz la oscuridad simplemente no existe. Estos son conceptos clásicos y conocidos por la mayoría de los estudiantes…
Observe cada estudiante qué zonas de sus propios vehículos de conciencia son como habitaciones aún “cerradas” a la luz solar de la Vida… Observe cada aspirante y discípulo en qué niveles y aspectos de su vida aún existe la sombra de la ‘ignorancia’ y el ‘miedo’, las dos caras de la moneda de la oscuridad en el hombre. Obsérvese con cuidado y atención la propia conducta, el propio sentir, el propio pensar, para poder así abrir ‘las ventanas internas’ para que la luz ilumine todas las habitaciones del alma.
Procurad advertir vuestro auténtico estado, sin autoengaños, para poder progresar en vibración. Permaneced en estado de alerta ante las oposiciones astrales revitalizadas en estos tiempos.
‘Luz, Paz y Amor’ en los corazones.
PACEM IN CORDIUM
martes, 7 de abril de 2015
6- EL CAMINO DEL ALMA. Parte V: “Una Clave”
“El Corazón del Sol es el Corazón de la Humanidad”
Esta afirmación debe ser comprendida correctamente. De su asimilación en la consciencia depende el progreso de las almas. Para entender tal enunciado debe el estudiante profundizar en el significado simbólico de dos palabras contenidas en la frase:
“Corazón” y “Sol”.
“Corazón” es una palabra que, además de su significado concreto, como órgano del cuerpo físico, posee significación espiritual y esotérica. El corazón es un símbolo de la Vida y da idea de “centro de comando”. En efecto, si se observa el sistema circulatorio de todo ser viviente, se verá que el centro de comando de la circulación sanguínea es el corazón; este órgano recibe la sangre y la impulsa y redistribuye nuevamente por todo el organismo. En su ciclo constante la sangre se purifica y oxigena, llevando constantemente sangre nueva a todas las células de todos los tejidos de todo el organismo vivo. El corazón es el centro de la vida del organismo, aunque, claro está, que cada órgano del cuerpo vivo tiene su relevante importancia… Sin embargo es el corazón el órgano que ha tomado especial significación espiritual.
La palabra “Sol” es también tomada en estas enseñanzas (y así ha sido tomada en distintas culturas) como un símbolo de la Vida Divina. El sol físico es una estrella, pero el Sol espiritual es la Entidad Logoica ‘detrás’ (palabra figurativa) del sol físico. La palabra SOL se ha utilizado como símbolo de la Divinidad Absoluta, sin limitaciones, aunque también puede se empleada para designar a la Presencia Divina manifestándose a través de un Logos…
Un Logos Planetario, por ejemplo, es la Divinidad, es decir, El SOL Impersonal e Ilimitado, expresándose para la Regencia de ese Planeta. Un Logos Galáctico, es el SOL (La Divinidad) manifestándose a través de una Galaxia entera… El Hombre también posee un Logos propio, es decir, un Dios Interno, que no es más que La Divinidad, El SOL, que lo anima desde lo interno…
En todo lo que se mueve y vibra está el SOL, como símbolo de Vida Divina, impulsando al progreso evolutivo. Por lo tanto el Sol es el corazón de todas las cosas, de todos los seres, de todos los mundos, de todos los astros…, de todos los universos…; y es también el corazón de la Humanidad, impulsando su despertar y desarrollo.
Cuando estos conceptos son ‘entendidos’ correctamente, el alma entra en un circuito energético sutil diferente, pues comienza a formar parte activa y consciente de “las Corrientes del Sol”, que circulan en y a través de la Humanidad.
Las almas que ‘comprenden’ se transforman en puentes para la circulación de la Luz
Esto deja entrever cómo “la Comprensión” abre puertas a las Energías y al servicio activo. Meditar en esto es el punto crucial en este mensaje.
“El Corazón del Sol es el Corazón de la Humanidad” es una frase mántrica, que al ser empleada, meditada y comprendida, abrirá la puerta del verdadero sendero del servicio a las almas.
Esta ha sido una transmisión que señala la necesidad de revisión interior, pues quien cree que el servicio es hacer obras, puede caer en errores de interpretación, ya que en el ‘hacer’ sin entrega al SOL no hay servicio real; sin desapego y olvido del sí mismo egocéntrico, el servicio no existe, aunque la apariencia externa muestre lo contrario.
“El servicio comienza con la Comprensión de la Unidad”.
De esto ha tratado este mensaje, lo cual podrá ver quien sepa interpretarlo.
PAZ EN LOS CORAZONES
El abanico de posibilidades para el despertar y la redención de las almas es amplio y muy rico. No existe un único camino, aunque sí una “meta común” para todas las almas humanas (las que han podido atravesar el bardo, y salvarse de la muerte segunda). Esa meta común es LA VIDA DIVINA. Todas las almas van hacia ese sitio de “Presencia” y ‘Conciencia’, donde el Amor y la Paz son tan refulgentes que enceguecerían a cualquier mortal.
El destino de las “Chispas álmicas” es Aquel Fuego Solar desde donde esas “Chispas” nacieron como minúsculos corpúsculos de Luz, como vacías y transparentes burbujas de sutil materia de la Mente Universal.
Esas Chispas del Fuego Solar(1) provienen del Corazón del Padre Absoluto, por eso se dice que todos los hombres son, como almas espirituales, hermanos, ya que proceden de una misma Fuente Paterna Cósmica. Existe un único Gran Fuego Espiritual Eterno desde donde manan todas las Chispas vivientes…, que al ser emanadas, viajan por conductos interdimensionales hacia los sistemas solares de todos los universos locales, para ser luego transmitidas a los Planetas, donde comienzan sus peregrinajes evolutivos, como almas ascendentes hacia el Paraíso Solar desde donde procedieron.
Tal comprensión, cuando es adquirida por el ser humano, implica y significa “un antes y un después” en la vida anímica. Cuando es entendido e integrado correctamente el significado de la verdadera HERMANDAD, toda la vida se vuelve más clara y luminosa, y todos los seres, de todos los reinos, se vuelven hermanos y amigables… Tal fue la comprensión a la que han llegado algunos conocidos místicos, como San Francisco de Asís, para quien todos los seres vivientes eran ‘hermanos’: “hermano árbol”, “hermana hierba”, “hermana flor”, “hermano pájaro”, etc.; o como San Martín de Porres, “el santo de la escoba”(2), de quien se dice que hablaba con los animales y a él le entendían y obedecían… Estas son cosas comprobables por el verdadero ocultista, quien entiende que el lenguaje interno, el del corazón, es universal, y que un alma sensible y preparada puede contactar con el Deba de una planta o de un animal y entenderse tan bien con él como lo haría con un ser humano… También el mito de Merlín, el Gran Mago, cuenta leyendas sobre este tipo de proezas… Llegará el tiempo en el cual las almas humanas llegarán a establecer tal conexión con la Unidad de la Vida que verán convertido en realidad cosas que hoy parecen fantasías, como es el tema del diálogo con los reinos menores de vida, o con el reino angélico.
Pero tal día podrá llegar cuando el hombre deje su egocentrismo y sepa escuchar la Voz de su Alma, porque el contacto consciente con los seres de todos los reinos de vida solo puede suceder ‘en’ y ‘a través’ del Alma. Sin el despertar de la conciencia álmica altruista el hombre seguirá siendo un individuo solitario y ciego…
La Humanidad está en realidad a medio camino de este ‘Despertar’. Algunos pocos ya viven, en cierta maneta, este contacto consciente con los seres del amplio Reino de la Naturaleza; lo han adquirido como un despertar progresivo de la ‘sensitividad’ y un estado de serena expectación interna e inofensividad hacia todos los seres vivientes. Como amantes de la Creación y como almas que han aprendido a “escuchar” en el silencio, han sabido, poco a poco, ponerse en comunicación con esas criaturas y entidades de la Naturaleza que para la mayoría son solo vegetales y animales sin conciencia, y/o ‘entidades de ensueño y fantasía’ (Devas, hadas, duendes, etc.).
El despertar de la sensitividad conduce hacia la comunión con la Naturaleza, porque la Naturaleza es la expresión de la Vida Divina en el reino de la materia y de las formas. Pero, sin embargo, los caminos hacia esa Vida Divina son muchos y variados… “Los caminos de Dios son muy misteriosos”, dice un dicho, y es cierto…
La Devoción es uno de los caminos hacia Dios, que en oriente se llama “Bhakty Yoga” (Unión espiritual a través de la Devoción) o “Bhakty Marga” (Bhakty: Devoción; Marga: Camino), pero también existe el camino del Conocimiento a través del discernimiento, o camino filosófico, en oriente llamado “Jñana Yoga” (Unión a través de la Sabiduría) o “Jñana Marga”; y otros caminos, como el de la ciencia, y también el del arte.
Todos los caminos: religión, ciencia, filosofía y arte, (los 4 pilares de la antigua Gnosis), pueden, sin embargo, transformarse en una actividad egocéntrica, o ser verdaderamente senderos altruistas, es decir, de servicio a la vida, a los demás. Esto significa que, más allá del camino que el alma sienta transitar, que podrá coincidir con los impulsos internos de su propio Rayo, lo más importante está en “la actitud”, es decir, la dirección que se da al camino elegido, que determinará si será una orientación ‘centrípeta’ (egocéntrica) o ‘centrífuga’ (altruista). En última instancia, en todos los caminos y posibilidades de expresión, lo que define la cualidad y maduración álmica es la verdadera “actitud”.
La actitud ‘centrífuga’ es el sendero del servicio, o camino de la acción sin deseo. Este camino es sentido por muchas almas como impulso de Retorno al Sol de la Unidad. Este es el camino en el cual el alma vive en actitud de entrega de todos sus actos a Dios, de manera que todo lo que hace, dice o piensa lo ofrece como servicio, entendiendo que “toda acción es Dios”. Este sendero produce un desprendimiento del resultado de la acción, con lo cual no se da lugar a que un ‘ego’ se haga acreedor de los resultados de las acciones, ni por mérito o demérito. Este sendero se llama en oriente “Karma Yoga” (o Karma Marga), que junto con los otros dos, ‘Bhakty Yoga’ y ‘Jñana Yoga’, conforman en realidad una trilogía inseparable, y así lo va descubriendo el alma que avanza en maduración y comprensión. (Los términos en idioma sánscrito no deben confundir, ya que estos mismos senderos pueden verse claramente también en todas las religiones occidentales).
Karma Yoga es sinónimo de ‘desapego de los resultados de las acciones’ y de los deseos, y es un camino auténtico de resurrección del alma. De hecho, todas las almas, deben pasar, tarde o temprano, por este Sendero, el de la acción consciente y desinteresada, donde ha desaparecido la actividad egocéntrica.
El sendero de servicio es ‘no-ego’, es decir, acción sin centro (sin centro psicológico), y es, por lo tanto, “Amor”. Esta es, de alguna manera, “la meta misma”; y esta ‘meta’ no es algo en el futuro…, sino algo únicamente “PRESENTE”, una verdad intemporal.
Son estos, conceptos para meditar…, ya que esta es la pauta ofrecida en esta particular transmisión.
La meditación propuesta a través de esta señal está basada en la autoobservación y en un examen de la propia consciencia del estudiante, a través de las preguntas:
“¿Estoy buscando siempre recompensas por las acciones?”
“¿Busco (visible u ocultamente) reconocimiento de los demás?”
“¿Soy capaz de desapegarme del resultado de los actos…?”, etc.
El Sendero de las almas, tarde o temprano debe atravesar este tipo de examen de la consciencia.
Hemos expuesto el tema “los caminos y la meta única de las almas” en forma simple para que los estudiantes pudiesen entender claramente el sentido de estos significados.
Que el Sol ilumine ‘el Camino del Retorno’ a todas las almas peregrinas.
LUX SOLARIS
1- Chispas de Fuego Solar: Son las ‘Mónadas’ (del griego monas: unidad; es decir, chispas espirituales indivisibles), también llamadas ‘Espíritus Virginales’ por los rosacruces, y ‘Monitores Divinos’ o ‘Ajustadores del Pensamiento’, en El Libro de Urantia.
2- ‘El santo de la escoba’: San Martín de Porres. Fraile dominico, en Perú, que fue aceptado tardíamente como fraile por ser mulato. Después de convivir durante muchos años en un monasterio donde había sido aceptado como sirviente y donde cumplía las más humildes de las actividades, como limpiar, cocinar para los hermanos y barrer, mientras demostraba una vida de santidad, fue finalmente aceptado como fraile.
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